martes, 6 de octubre de 2009

Comienza el ciclo Jazz por la Identidad

(me tomo el atrevimiento de postearlo, por si a alguien le interesa)
El próximo miércoles 7 de octubre comienza el Ciclo Jazz por la identidad organizado por la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo y el Programa Café Cultura, perteneciente a la Secretaría de Cultura de la Nación.

El ciclo se desarrollará todos los miércoles de octubre, a las 21.30, en Café Vinilo (Gorriti 3078, y Salguero) y el cierre será el viernes 30, a las 19, en el auditorio “Jorge Luis Borges” de la Biblioteca Nacional (Agüero 2502). La apertura estará a cargo de Adrián Iaies y los miércoles siguientes actuarán el dúo 2 `O Clock, Ernesto Snajer y Paula Shocron, respectivamente. El cierre estará en manos de Mariano Otero sexteto, en la Biblioteca.

El ciclo, que fue lanzado el 1º de septiembre en el Centro Cultural Caras y Caretas con la presencia del músico Javier Malossetti y la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, es con entrada libre y gratuita y busca instalar la búsqueda de los nietos y nietas apropiados durante la última dictadura, en el ambiente del jazz.

A lo largo de estos años las Abuelas se han valido de diferentes herramientas, entre ellas el arte y la cultura, con el objetivo de convocar a los jóvenes con dudas sobre su identidad. En este marco, y en el mes del 32º aniversario de Abuelas, surge Jazz por la Identidad , esta vez con la colaboración de Café Cultura quien aporta su formato de charla de café, lo que permitirá conversar con los protagonistas.

Agradecemos la difusión de esta información y los esperamos.
Programación:
Miércoles 7 - 21.30 -Café Vinilo: Adrián Iaies
Miércoles 14 - 21.30 -Café Vinilo: 2 `O Clock
Miércoles 21 - 21.30 -Café Vinilo: E. Snajer
Miércoles 28 - 21.30 -Café Vinilo: P. Shocron
Viernes 30 - 19.00 -Bib. Nal.: M. Otero

viernes, 2 de octubre de 2009

La pelea por la democracia informativa

Por Julio Marino (Comisión 8)
La todavía vigente Ley de Radiodifusión 22.285, promulgada en 1980 durante la dictadura militar y reformulada durante el gobierno de Carlos Menem, favoreció la concentración de la propiedad de los medios en manos de unos pocos grupos económicos. Ese es uno de los aspectos que propone cambiar el proyecto presentado por el Ejecutivo que se denomina Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, en lugar de Ley de Radiodifusión, porque se trata de una propuesta que busca regular también las llamadas nuevas tecnologías como Internet, el Triple Play y la televisión digital. Además, busca permitir que cooperativas e instituciones sin fines de lucro puedan acceder a la explotación de frecuencias de radio o televisión.
De todos estos temas habló Fabián Amaya, Licenciado en Periodismo de la Universidad de Lomas de Zamora, director del periódico Interés General y conductor del programa ¿Por qué te vas? que se emite en AM 1630 súper sport.
¿Qué modificaciones presenta el proyecto de Ley de Servicios Audiovisuales respecto a la legislación vigente?
El nuevo proyecto de ley es una semilla que va a germinar y que nosotros tenemos que regar y proteger. Y aparte, intentar ser parte de ese árbol que va a crecer, porque trae un montón de oportunidades en cuanto a la distribución de las diferentes señales de los medios e Internet. Este nuevo proyecto propone un 30% de las participaciones del mercado de los medios para la actividad privada, pública y estatal. Es decir, los que hoy no tienen acceso, que son radios comunitarias, organizaciones no gubernamentales, sociedades de fomento, estudiantes, trabajadores de prensa que pueden nuclearse para hacerlo, harán una diferencia sustancial. El tema pasa por el crédito para acceder a medios tecnológicos y a los servicios de televisión entre otras cosas, porque el Triple Play y el Cuádruple Play que se vienen, va a tener 3 o 4 canales por cada canal. Y la cuestión se plantea en quién va a poder ser productor de esos servicios. El proyecto propone también favorecer la publicidad con mano de obra nacional en un 70% y hacer intensivo el trabajo de la cultura en la televisión argentina. No traer tanto de afuera, sino trabajar con producciones culturales nacionales en un 70%.
¿Cómo se regula?
Nosotros somos los que tenemos que regularlo. Esta ley no sale porque el Estado solamente tiene voluntad política. Esta ley sale porque detrás de esto hay cientos y cientos de miles de personas que en los foros de toda la Argentina participaron. Es mentira que no se participó. Hace dos años que se viene tratando esta ley. Y si no se mediatizó porque pensaban que esto no iba a salir y no iba a tener forma de atacar a un monopolio como es el Grupo Clarín, eso es otra cosa. Se habló y nosotros somos testigos.
Hay que presionar para que podamos acceder a las diferentes formas de comunicación. No permitir que solamente aquellos que tienen plata puedan acceder a un pliego.
¿Qué medio tendría más cambios según el Proyecto de Ley de Servicios Audiovisuales?
Yo creo que se viene la digitalización. Ya entramos en la era de lo digital. Por cada canal va a haber tres o cuatro canales. Por ejemplo Canal 7 A, B, C y D. Y vos podes elegir. La discusión pasa por aquellas personas que van a participar. Nos tendremos que ajustar a los medios tecnológicos, a la capacitación. Eso es lo que más va a cambiar. Ya se produjo el apagón analógico en Estados Unidos, el año que viene será en la Unión Europea y nosotros para el 2014 recién tendremos el apagón analógico. A partir de allí comenzará la era digital que se maneja por ceros y unos y da la posibilidad de mandar cientos de señales a través de una fibra óptica. El Triple Play…
¿Qué es el Triple Play?
Es enviar a través de un mismo cable las señales de televisión, Internet y telefonía. Y se le agrega telefonía celular, que ese es el Cuádruple Play. Entonces, ahí están peleando los monopolios para ver quien se queda con este gran negocio. Nosotros tenemos que pelear con el fin de obtener los mecanismos y participar de esto para que realmente haya una democracia informativa.
Si la digitalización cambia la televisión ¿Cómo cambia la radio?
Se quieren muchas radios de baja potencia con un máximo de 10 kilómetros de alcance. Hoy existen radios de 70 a 80 kilómetros de potencia que envían a la Comisión Nacional de Comunicación para que cierren las radios de baja potencia que interfieren en su señal. Eso no es democracia informativa. Ni tampoco es horizontalizar la comunicación en el aire como dijo Gabriel Marioto. Si se regula el espectro para muchas radios de baja potencia habrá un impacto importante, porque va a haber mucha información y variada. La cuestión sigue pasando por el acceso a los pliegos para tener los permisos y las posibilidades de créditos para crecer.
¿Hay un proyecto para medios gráficos?
Estamos ahí. La grafica no se tocó todavía y tampoco se esta hablando mucho, porque ahí esta el tema de lo digital. Y no se comprende mucho por su complejidad. Los periódicos digitales, las nuevas formas de escritura, las nuevas comercializaciones a través de Internet van a impactar mucho en la forma de comunicarse. Pero la grafica todavía no se tocó. Yo creo que todavía el diario tiene para largo.
¿Qué le parece que el debate se abra para toda la comunidad en los foros?
Yo creo que la gente esta mas allá de eso. El ciudadano común no atiende al debate. Y si se aprueba el proyecto le va a impactar al ciudadano en la forma de percepción de la familia en la casa. Pero la gente no toma conciencia de esto. Nosotros como comunicadores, como periodistas estamos metiéndonos de a poquito porque abrieron mucho el juego. En los foros se habló, se discutió, pero esto no es algo vinculante. No quiere decir que las propuestas van a ser incluidas en el proyecto. Se van a discutir, se va a debatir todo, pero después hay que ver que es lo que sale. Es complicado. Por eso tenemos que vigilarlo. Me parece un buen comienzo, pero tenemos que estar muy atentos, porque una vez que salga este proyecto hay que velar para que las cosas se cumplan y para que todos podamos hacer.
¿Qué agregaría al proyecto?
Microcréditos para pequeños y medianos empresarios de los medios para comprar todo tipo de material y fortalecerse en la parte tecnológica. También incluiría el blanqueo ante las agencias recaudadoras como la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) para que el personal que trabaja allí esté blanqueado. Los pequeños empresarios no podrían soportar las cargas impositivas de los empleados. Tendría que haber una reforma impositiva con respecto a estos pequeños y medianos de acuerdo a su facturación. El acceso debería ser con una base de datos de todos los medios que vienen trabajando desde hace un tiempo con ciertos requisitos. Además, tendría que existir la posibilidad de llegar a la pauta oficial y a otros tipos de pautas ya que nosotros nos mantenemos con la publicidad. Incluiría la posibilidad de que todos podamos trabajar y que todos podamos vivir del periodismo. Y que haya reglas claras y apertura para aquellos que realmente sienten la profesión y están al lado de la gente.

“Tenemos la puerta abierta para construir otra mirada”

En el marco de la finalización de los debates por el Proyecto de Ley de Medios, se dan posiciones enfrentadas. La sanción de la ley garantizaría la participación de las organizaciones actualmente excluídas. Se abriría la posibilidad de diversidad cultural y pluralismo en los medios
Por Constanza Graham (Comisión 10)
Las radios comunitarias se han constituido como actores sociales legítimos y canales de expresión para muchos grupos marginados, a pesar de haber sido privadas durante mucho tiempo de ejercer legalmente el derecho a la comunicación. Es necesaria una nueva ley de radiodifusión pero la discusión se aleja del texto de la ley y se enfoca en un enfrentamiento de intereses empresariales y políticos, dejando de lado el verdadero sentido del proyecto. Paula Castello, directora de FM La Tribu, aporta la voz del sector menos escuchado.
¿Por qué es necesario sancionar una Ley de Radiodifusión?
Primero, porque la ley actual fue sancionada durante la Dictadura y esto lleva impresa una marca, un modo de concebir los medios de comunicación que no es coherente con el desarrollo de una sociedad democrática. Es una ley que está concebida bajo la doctrina de la Seguridad Nacional. Esta ley establecía que se debían otorgar un máximo de cuatro licencias, pero no para garantizar un espectro más diversificado, sino para controlar a los medios. Segundo, las modificaciones efectuadas durante la democracia favorecieron la construcción de monopolios, la concentración, tanto económica, como geográfica y política. De esta manera, se dio lugar a un diseño de sistema de medios que no tiene nada que ver con promover la participación, la democracia, el pluralismo de voces.
¿Cómo afecta puntualmente a los medios alternativos la ley actual?
En su redacción original, la ley no permitía que las radios comunitarias o cualquier organización sin fines de lucro accedieran a licencias. En 2005 fue modificada y se abrió un lugar a esas organizaciones para que pudieran gestionar medios de comunicación. Sin embargo, cuando se introduce esa modificación, el espectro ya estaba organizado de tal modo que esa norma no necesariamente implicaba que esas organizaciones pudieran efectivamente acceder a licencias. Por un lado, porque en las ciudades grandes el espectro está saturado y no se puede ejercer una licencia donde no hay lugar. Por otro lado, porque el Comfer evalúa las carpetas para presentarse a concurso en base a criterios que nada tienen que ver con el sentido de las redes comunitarias. Un ejemplo claro: a FM Alas de El Bolsón, cuando presenta su carpeta, sufre una baja en el puntaje porque no realiza informes de tránsito. Entonces, la ausencia de reconocimiento, las falencias en la aplicación de la regulación y la propia configuración del sistema de medios atentan contra la posibilidad de desarrollo de los medios que no se insertan dentro de la lógica empresarial.
Actualmente, ¿qué funciones desarrollan o suplen los medios alternativos que los demás medios, privados y públicos, no cumplen?
Básicamente, aportan y construyen espacios donde se pueda ejercer el derecho a la libertad de expresión, donde cualquiera pueda decir lo que piensa y ser parte de la gestión de los medios de comunicación. Dar lugar a aquellos que los multimedios no legitiman como actor o grupo social capaz de opinar sobre determinados temas o de asumir el protagonismo al que tenemos derecho como ciudadanos. Obviamente, cada radio comunitaria tiene sus fines específicos, pero el objetivo común es transformar la forma en que vivimos, por lo que nos parece un campo importante sobre el que incidir desde nuestra propia perspectiva. Entonces, se trata de estar abiertos a diferentes propuestas que le sumen pluralismo y diversidad de voces al espectro. Es un espacio para la visibilidad de grupos marginados que no tienen lugar en otros sitios.
¿Cuáles fueron las propuestas puntuales desde La Tribu en la redacción de los veintiún puntos, contemplados en el actual proyecto de ley que se debate en el Congreso?
Participamos junto con otras organizaciones y tratamos de acordar con todas ellas cuáles eran esos veintiún puntos, ya que cada una tiene sus reclamos específicos. Algunas de nuestras propuestas, que además fueron incluidas en el actual proyecto, son: la inserción de la definición de “radios comunitarias” como un sector diferente dentro de las organizaciones sin fines de lucro; apuntamos a que las formas de evaluación para la asignación de frecuencias contemplen y prioricen entre sus criterios la función social y el apoyo a proyectos de sectores marginados a través de la elaboración de bases y condiciones específicas; y un aumento de 4 a 10 por ciento de los fondos recaudados para a apoyar a medios de fomento, comunitarios y de los pueblos originarios.
Desde la Facultad [de Ciencias Sociales de la UBA], la red [AMARC] y la radio fuimos construyendo vínculos con quienes coincidimos ideológicamente y que nos asesoraron en aquellos puntos sobre los que teníamos dudas.
¿En qué medida el proyecto contribuye a ampliar el espacio y dar lugar a los medios más marginados?
Lo que le da coherencia al proyecto es la forma en la que concibe a los medios de comunicación. Hoy, por como está diseñado el sistema de medios y por lo que avala la ley, los medios de comunicación se piensan como un negocio. Si se lo ve desde ese punto de vista, estaríamos dentro de una “ley de supervivencia” donde sobrevive el que tiene más medios. Esta forma de concepción entra en tensión con otra forma: los medios como espacios a través de los cuales se ejerce un derecho humano. Esto obliga a diseñar un sistema de medios con otros principios que garanticen la libertad de expresión. Y en sintonía con esto, lo que este proyecto de ley reconoce es el derecho de licencias y un tercio del espectro para los medios alternativos. Este sería, para nosotros, el punto más importante.
En cuanto al rol que asumiría el Estado, ¿podría darse la posibilidad de un exceso de intervencionismo estatal?
Puede existir el riesgo, pero no hay ley más permisiva en cuanto a la intervención del Estado que la actual. El Comfer depende directamente del Poder Ejecutivo, o sea, lo elige la Presidenta “a dedo”. Nosotros creemos que el Estado tiene la responsabilidad de regular el sistema de medios con criterios que apunten a garantizar el pluralismo, evitar la conformación de monopolios. Intervenir en la administración del espectro no es exceder sus funciones, es cumplirlas. Sí sería un exceso que el Estado regule los contenidos de los medios, pero esta ley no apunta a contenidos. Lo que se establece es un máximo de producciones extranjeras, así evitaría casos como Canal 9. Este sería el único control de contenidos, ni la ley lo prevé ni sería adecuado que intervenga en la línea editorial.
Desde la oposición se afirma que existe la posibilidad de que se terminen generando medios débiles sin escala competitiva, ¿qué opinás al respecto?
Si se concibe a los medios netamente como empresa, entonces sí habría medios más débiles. Pero, con más de veinte años de historia, las radios comunitarias somos una evidencia de que, aún en las condiciones más adversas, es posible autosostenernos y ser independientes económicamente. Esto no significa que promovamos, como forma de gestionar los medios, la precariedad. Si la capacidad de que las empresas se fortalezcan atenta en contra de la pluralidad, entonces me quedo con la pluralidad.
¿Por qué te parece que es tan complejo debatir en el Congreso un asunto tan importante para la democracia como éste?
Porque afecta directamente los intereses de los grupos que concentran la mayoría de los medios. Obviamente, hay intereses encontrados entre Clarín y el Gobierno, pero también es evidente que cualquier gobierno que tome la decisión de promover un proyecto de esta envergadura se va a tener que enfrentar con el multimedio al que más le afecta y con todos los demás que caen detrás y que manejan la opinión pública. Nosotros no estamos de acuerdo con lo que hace el Gobierno, sino que apoyamos esta iniciativa porque recoge muchas de las demandas que venimos planteando y que llega al Congreso con mucha fuerza. Hay una relación entre el discurso, implícito y explícito, de los multimedios y la forma en que uno se posiciona en la sociedad. Nosotros, desde una posición más débil, intentamos que las personas se interesen por una ley que no se trata sólo de medios, sino de una forma de vida que afecta a todos. Buscamos que se acerquen y así lograr una voz más fuerte.
Entonces, ¿para ustedes, los foros contribuyeron como un llamado a la parte de la sociedad que se mantenía ajena al problema?
La verdad es que mucha gente se acercó a escuchar nuestra opinión. El hecho de haberse interesado en los medios alternativos fue un incentivo y apoyo para llevar adelante el proyecto. En este sentido, los foros efectivamente fueron espacios de participación, pero también es verdad que fueron una estrategia del Gobierno para cooptar a las organizaciones sociales.
Una vez aprobado el proyecto, ¿cuál sería el primer paso a seguir de los medios alternativos en ese nuevo capítulo de la historia?
Primero que nada, una vez sancionada la ley, viene la reglamentación de la misma y hay que pasar a la “letra chica”. En esta segunda parte también queremos tener participación, porque hay muchas cosas que se definen ahí. Y, una vez que exista una regulación acorde con el proyecto, nos toca la parte de adecuarnos. Para algunas radios con más historia, con más solidez en términos económicos, administrativos, va a ser más fácil; para otras va a resultar más duro. Desde las organizaciones que tenemos las cosas más ordenadas, será nuestro rol ayudar a las radios que estén en una situación más vulnerable. No será fácil, pero es lo que venimos pidiendo. Tenemos la puerta abierta para construir otra mirada, una más democrática. Es la posibilidad para que los medios marginados amplíen sus espacios y mejoren sus condiciones.

jueves, 1 de octubre de 2009

“En Argentina encontré mi lugar”

Es uno de los integrantes de la famosa “Bomba de tiempo”. Hace 3 años que llegó al país a traer el arte de los griots (casta encargada de mantener las tradiciones orales de la etnia mediante la expresión artística y el relato entre su pueblo). Dice que la Argentina es el único lugar fuera de África en donde no lo han discriminado

Por Noelia Guevara (Comisión 10)
En un sótano del barrio de Villa Crespo se escucha fuertemente el sonar de tambores. Hay sólo 20 personas en la sala, de todas las edades aunque la mayoría son jóvenes. En el centro se encuentra Cheikh Gueye, percusionista y bailarín nacido en Dakar, Senegal. Él es el profesor y todos escuchan atentos el ritmo que sus manos producen al tocar el djembé, instrumento tradicional del noroeste africano.
-¿Cómo fue que se inició en la percusión?
-Desde muy chiquito, tenía 7 años cuando unos vecinos, que vivían en frente de mi casa, me enseñaron percusión y danza. Ellos pertenecían a la familia de griots. Recién a los 18 años comencé a aprender cantos tradicionales, la acrobacia y el fuego limbo.
-¿En qué consiste el arte de los griots?
-Busca preservar las tradiciones africanas mediante el arte. Allí me formé en los tambores sabar y aprendí las danzas y cantos tradicionales. Es una herencia milenaria, cada uno de nosotros está encargado de mantener eso. Yo lo hago no sólo mostrando lo que sé en mis shows, sino que también lo enseño en mi escuela.
-¿Y cómo surgió su deseo de venir a la Argentina?
-En verdad, durante largo tiempo viajé mucho. Conocí un sinnúmero de lugares y de gente, y un día decidí probar suerte por estos lugares. Hace 3 años que llegué, inmediatamente me puse a enseñar percusión y después de ahí todo se fue dando.
-¿Conocía algo de la Argentina antes de venir acá?
-El fútbol y Maradona (risas).
-¿Qué es lo que más le costó asimilar al llegar?
-Nada, la verdad que no me costo. Acá la gente es muy buena y no discrimina como en otros lugares, es muy abierta y generosa. Aunque lo único que me costó un poco es la velocidad de la ciudad. Aquí viven muy apresurados, pero después de un tiempo me pude acostumbrar muy bien.
-Dijo recién que antes de venir a la Argentina viajó por muchos lugares ¿En qué países estuvo?
-Estuve en España, Francia, Italia, Arabia Saudita. Allí tocaba pero en los momentos de ocio, tenía que ganarme la vida de otra manera. Trabaja en hoteles y restaurantes. Nunca pude trabajar de la música.
-Tengo entendido que estuvo en Chile antes de venir acá ¿Por qué decidió finalmente quedarse en nuestro país?
-Estuve en Chile, allí pude hacer algo relacionado con lo que me gusta. Pero en la Argentina me siento cómodo, encontré gente buena, hago lo que me gusta, trabajo de eso, que más puedo pedir.
-Usted es uno de los integrantes de la “Bomba de tiempo” ¿Cómo llegó al grupo?
-Fue Santiago Vázquez director de La Bomba de Tiempo que me ofreció tocar en el grupo. Un día vino a unas de mis clases y me dijo si quería tocar con ellos y acepte. Ya van a ser 2 años y medio que estoy en la Bomba. Somos en total 17 percusionistas, cada uno se especializa en algo diferente.
-¿Y usted qué toca?
-De todo (risas). En realidad en la Bomba estoy a cargo del djembé, pero durante mi adolescencia me especialice en djun djun, sabar, n´tama, bougarabu y séoruba.
-Además de la bomba tiene otro grupo…
-Sí, se llama Daaradji Gaynde Djembe. Ahí somos varios, tres bailarinas, siete músicos y yo. A todos mis alumnos los hago tocar en el grupo y los que hacen danza bailan, todos tienen la posibilidad de presentarse en mis espectáculos. Es un grupo que esta formado por lo que sale de la escuela en realidad.
-¿Se inscriben muchas personas a sus clases?
-Sí, doy todos los días clases de danza y percusión. Viene gente de todas las edades. Doy clases en dos lugares, en el “Sexto Cultural” y en la sala de Apolinario Figueroa. Mucha gente se inscribe después de escucharme tocar, además van comentando y ahí es cuando se genera más repercusión. Creo que cada vez se están abriendo más talleres de percusión. Hay algunos compañeros que también enseñan y de ahí salen grupos con el mismo estilo y espíritu que tratamos de llevar nosotros a cada uno de nuestros alumnos.
-¿Nota que la música de percusión tiene cada vez más adeptos en nuestro país?
-Hay mucha gente que sigue esto. Cuando empecé con la bomba había bastante gente ya siguiéndola pero hace un año que hubo una explosión de la música africana y tanto argentinos como extranjeros comenzaron a venir. Creo que se generó un “boca a boca” que nos ayudó mucho a instalarnos en la música local. Todos los lunes en el Konex tocamos y cada vez hay más gente. Este domingo también tocamos con mi otro grupo Daaradji Gaynde Djembe y ya hay muchas entradas vendidas.
-¿Viaja seguido a su país?
-Todos los años. En vacaciones aprovecho y vuelvo a mi tierra. Es que se extraña, y además allí esta toda mi familia.
-¿Piensa quedarse por mucho tiempo en la Argentina?
-Sí, ahora estoy tramitando la nacionalidad. Así que pienso quedarme por mucho tiempo. Creo que finalmente encontré mi lugar. Sé que ya no podría irme de aquí.



La forma espiritual del dinero

Raúl Eidelman, iniciador de la fundación “Dinero Social” explica una forma alternativa de solventar micro emprendimientos
Por Alex Eidelman (Comisión 10)
¿Qué es “Dinero Social”?
- “Dinero Social” es una fundación legalmente constituida que tiene como objetivo, orientar y financiar a proyectos económicos que tengan un sano sentido social. Esto nos lleva a la pretensión de lograr una evolución de la humanidad que se base en proyectos que no afecten el medio ambiente y que en libertad los seres humanos puedan encontrar su camino en el mundo con un trabajo que sea digno y que corresponda a su vocación.
¿Cómo nace y en qué contexto?
-Este proyecto nace como producto de la unión de cinco personas con voluntad de ayudar. Nació en el año 1997.
¿Cómo te involucraste en él?
-Mi involucramiento tiene que ver con una militancia, con una filosofía: la filosofía antroposofica (como forma de vida) que tiene que ver con una mirada profunda del hombre, su vida, su origen y su destino.
¿Qué diferencia se puede encontrar con un banco convencional?
- Los bancos convencionales buscan en principio el lucro, no preguntan de dónde viene el dinero, y tampoco se preguntan si la colocación de ese dinero puede traer perjuicios al ser humano y o al medio ambiente. Este tipo de fundaciones como “Dinero Social” lo que hace es acercar las partes. Es decir, una vez que se selecciona un proyecto que consideramos sano, se busca a la persona que quiera financiarlo, porque lo considera sano y positivo para la comunidad y el medio social. En este sentido lo que hace “Dinero Social” es acercar ambas partes y ambas partes se responsabilizan por lo que agregan a este mundo.
¿Quiénes integran la fundación “Dinero Social”?
-Los miembros fundadores fuimos cinco y hoy los miembros que integran la fundación somos quince y todos son padres o ex padres de colegios Waldorf, es una pedagogía desarrollada por el Dr. Steiner que crea la filosofía antroposofica. No hay ninguna limitación, ni capacidades necesarias para integrar la fundación, solamente compartir los objetivos que tiene la fundación en sus estatutos sociales.
¿A qué se dedican sus miembros?
–Hay economistas, abogados, contadores, escribanos, personas que trabajan con la salud, masajistas, jardineros, gente que trabaja en el medio televisivo en general.
¿Cuál es la forma de evaluar la viabilidad de un proyecto que se les presenta?
-En principio hay una metodología que parte de que uno de los integrantes de la fundación debe presentar al futuro candidato a ser financiado o simplemente analizar ese proyecto porque necesita asesoramiento. Debe presentar una carta donde explica todo el funcionamiento del plan y especialmente está sometido a una o varias entrevistas. El interesado debe demostrar que su proyecto es necesario en el medio en que él se desenvuelve, es decir, que hay personas que necesitan de ese trabajo, de ese emprendimiento. Luego si el emprendimiento es evaluado, aceptado y necesita financiación el micro emprendedor necesita presentar garantes, gente que avale su proyecto y que en caso de que no prospere adecuadamente, ayude en la devolución. “Dinero Social” no pide otro tipo de garantía, ningún tipo de garantía hipotecaria ni prendaria.
¿Es decir que está basado principalmente en la confianza?
-Exactamente. Además tampoco, se le cobra interés, pero sí debe ser respetado el capital que se le entregó y eventualmente se le solicita a la persona que recibió el préstamo, que devuelva, si es posible, una o dos cuotas más de lo que se le entregó a efecto de favorecer los próximos préstamos que se pudieran dar.
¿Quién o quienes financian los micro emprendimientos una vez aceptados?
-Una de las formas consiste en que los propios integrantes de la fundación aportemos dinero para sostener determinado proyecto. Y la otra alternativa se da presentando el proyecto a distintas personas que tienen capacidad económica y si a esas personas les parece loable financiar ese tipo de proyecto, acercan los fondos y de esa manera “Dinero Social” simplemente presenta a las dos partes que se comprometen: una a entregar los fondos en tiempo y forma y la otra a devolverlos de a cuerdo a su propio compromiso y responsabilidad.
¿Qué tipo de gente acude a “Dinero Social”?
-En principio la gente que se acerca, es gente que es presentada por miembros de la fundación, son en general micro emprendedores. Por ahora “Dinero Social” no maneja fondos demasiado grandes para emprendimientos importantes. Por ejemplo, se ha financiado la creación de una cooperativa de cartoneros, que ahora tiene su propio galpón que han logrado comprar. Han creado máquinas para reciclar cartones, plásticos y partes de computadoras en desuso. Otro de los proyectos fue haber financiado a una persona para que pueda comenzar a desarrollar un proyecto textil de producción de ropa de trabajo para empresas de gran envergadura, también se han presentado personas con problemas de vivienda. También se trata de ayudar a personas que intentan desarrollar su beta artística; se financió, por ejemplo, la formación de personas que estudian euritmia, es una rama artística de la antroposofía, entre otros.
¿Durante la entrevista mencionaste varias veces la palabra “antroposofía” como filosofía y pensamiento. ¿Podrías explicar en qué consiste?
-La palabra “antroposofía” significa sabiduría (ciencia) del hombre. Es una filosofía que fue desarrollada por un médico austriaco llamado Rudolf Steiner. Vivió desde 1864 hasta 1924. Esta ciencia se basa en una mirada holística del ser humano. No solamente desde los aspectos materiales, sino también, desde el aspecto que no puede ser medible o simplemente visto, se refiere a lo espiritual, es decir, aquello que está más allá de lo material. En ese sentido, la antroposofía que brinda la base a “Dinero Social” busca que el ser humano se desarrolle en libertad, buscando a través de su trabajo una evolución de su persona como ser humano en forma completa.
¿Existen o conoces experiencias parecidas en otras partes del mundo?
-Nuestra fundación ha tomado como modelo otras experiencias. El primer banco se creó en Alemania y se llama “Triodos”. También en Holanda, España, Inglaterra y EE.UU existen algunos bancos que siguen esta misma idea.

Los trabajadores del Ameghino resisten

La Asociación de Profesionales del Centro de Salud Mental porteño se manifiesta en contra de la asunción de la nueva directora y denuncia que su elección es ilegal
Por Ludmila Pennisi (Comisión 10)
Gloria Pandolfi y Alba Viglieca forman parte de la Comisión Directiva de la Asociación del Centro de Salud Mental Ameghino como secretaria y vocal titular, respectivamente. Profesionales en esta institución desde hace 30 años, plantean que el actual gobierno no hace lugar a la palabra y destruye lo construido durante 26 años de democracia por los profesionales del Centro.
¿Qué significa el Ameghino dentro de la Salud Mental de la ciudad de Buenos Aires?
A: El Ameghino es el testimonio de lo que significó en este campo la apertura democrática, cuando se instaló una mirada distinta sobre la conceptualización de la salud mental. Aquí se desarrollaron actividades de asistencia, investigación, docencia y política.
G: Estas actividades están basadas en la participación democrática, en hacer lugar a la palabra. Esto implica un movimiento creativo y una organización entre todos los que formamos parte de esta institución.
A: Implica, además, una determinación política. En general, las instituciones públicas se organizan en oficinas donde funcionarios, guiados por las recomendaciones de organismos internacionales, diseñan e implementan determinados programas. El Ameghino representa todo lo contrario.
Entonces, ¿en qué se diferencia este modelo con el que intenta realizar el gobierno de Mauricio Macri?
A: Principalmente, en que a este gobierno no le interesa la opinión ni de la comunidad ni de los profesionales ni de los trabajadores.
G: Lo que nosotros fuimos edificando logra reflejarse en la Ley nº 448 donde se establece que el Poder Ejecutivo debe consultar al Consejo General de Salud Mental un determinado número de veces al año. El gobierno actual ignora esta obligación y los reclamos de los trabajadores. No hace a lugar a nada de lo que regula la asistencia en este campo. Además, no abastece a los hospitales con lo necesario para su funcionamiento, por lo que no hay duda de que no tiene interés por la salud mental del pueblo.
¿Qué implicaría que el Gobierno logre imponer su modelo en Salud Mental?
A: Sería un retroceso a los años 60, un modelo de hegemonía médica, de psiquiatrización y de incidencia de los laboratorios. De hecho, todo este movimiento se está haciendo de la mano de corporaciones médicas. Es la apropiación de lo público para negocios privados.
El año pasado Macri, haciendo uso de sus facultades, llamó a concurso para nombrar nuevos directores de hospitales ¿Por qué denunciaron que esta acción esta fuera del marco legal?
A: La ley dice que los directores se deben nombrar por concursos públicos y abiertos, lo que ningún gobierno democrático volvió a hacer y en esa cuestión se basó el jefe gobierno para realizar el cambio de directores. Sin embargo, aquí no hubo un concurso público, sino una selección a través de Internet y con una junta de “cinco notables” encargados de asesorar al Jefe de Gobierno. Como todo esto está fuera de la ley 448, presentamos un amparo que tuvo un fallo a favor en primera instancia. Sin embargo, ayer asumió como nueva directora del Ameghino la persona elegida en ese simulacro.
La Asociación de Profesionales plantea un plan de resistencia contra las medidas del Poder Ejecutivo ¿Cuál es la respuesta o reacción del gobierno ante esta postura?
G: De indiferencia. Hay una desestimación de escuchar lo que los trabajadores y la comunidad en general tienen para decir. No se recibe a las asociaciones, gremios y trabajadores. No se hace lugar a la palabra.
¿Cómo se vivió esto ayer, en la asunción de la nueva directora del Ameghino?
A: Hicimos un acto de resistencia pacífico que consistió en rodear el hall de la dirección y sentarnos allí, 200 profesionales, unos juntos a otros, diciendo solamente: “No”. Los funcionarios del gobierno pasaron entre, sobre nosotros, realizaron la designación y se retiraron como si nada hubiera sucedido.
Ante la indiferencia que muestra el gobierno ¿Cómo piensan seguir con el plan resistencia?
A: Esto no se puede sostener por mucho más, no estamos en una dictadura. La democracia está y de algún modo, como comunidad, tenemos que resolverlo.
G: Estamos dispuestos, junto a muchas otras asociaciones de profesionales y gremios, a resistir la tendencia de que la salud sea una práctica inscripta en una mercancía y a que la palabra pierda su valor de transmisión y de verdad. Es un retroceso brutal, por eso hay que resistirlo tanto. Vamos a continuar vía judicial, legislativa, o donde fuera que nos quieran escuchar. Tenemos la convicción de que a la larga vamos a ganar, porque está de nuestro lado una argumentación verdadera, sensata.