martes, 29 de noviembre de 2011

Proyecto Nuevo Costa del Plata

Por Ana Clara Azcurra, Nayla Zárate y Daniela Novick (Comisión 34)

Desde el año 2008, varios debates se instalaron acerca del megaproyecto que intenta la construcción de emprendimientos inmobiliarios lujosos al estilo de Puerto Madero en las costaneras de las zonas norte y sur del Gran Buenos Aires. ¿Por qué los vecinos se oponen? ¿Quiénes son los actores involucrados en tamaña inversión? ¿Cuál es el rol de los municipios?

Nuevo Costa del Plata es un proyecto pensado para las costas compartidas entre Avellaneda y Quilmes. Está impulsado por la empresa Techint con el aval de los municipios involucrados. Se pretende construir comercios, hoteles, restaurantes y una sede de la Universidad de Avellaneda. Sin embargo, la zona donde piensan realizarlo no está abandonada: es área protegida por ser reserva natural que contiene un humedal y una selva marginal desde 2003 bajo la ordenanza ordenanza 9348/02. Además, esas tierras se encuentran habitadas por isleños. Las consecuencias son mayores que los beneficios y por esto, los vecinos comenzaron a organizarse y a denunciar las irregularidades de este megaproyecto que pretende destruir espacios verdes fundamentales para la zona.

Algo huele mal

¿Cómo llega Techint a tener la posesión de estas tierras estatales que le permiten imaginar la posibilidad de llevar adelante este millonario emprendimiento inmobiliario que pretende convertir un patrimonio natural como la selva marginal, en unos cuantos metros de cemento?

Para dar respuesta a la pregunta, hay que remontarse a 1977. A través de la ley 8782/77, bajo el gobierno de facto de Videla, se firma un convenio entre la Provincia de Buenos Aires, representada por el Gobernador, General de Brigada Ibérico Saint Jean y la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, a cargo del Intendente Municipal Brigadier Osvaldo Andrés Cacciatore, que establece la necesidad de disponer en la Provincia de Buenos Aires, una serie de tierras fiscales que puedan ser aptas para llevar a cabo actividades de esparcimiento pero que a su vez “contribuyan al saneamiento ambiental, principalmente mediante la recuperación por rellenamiento y ulterior forestación de las áreas bajas anegadizas existentes a lo largo de la costa del Río de La Plata, desde el Riachuelo hasta la ciudad de La Plata, como así mismo la de similares características ubicadas en la Cuenca del Río Reconquista y del Arroyo Morón.”

De esta manera, se concebía al relleno sanitario como una técnica destinada a frenar el crecimiento de los basurales a cielo abierto que realizaban la quema de los residuos y a convertir la materia residual en un elemento destinado a elevar el nivel de las tierras y a contribuir a su fertilización y forestación.

Posteriormente, a través de la Ordenanza 33.691/77, se ratificaron los convenios celebrados entre la Municipalidad de la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires y se crea el Cinturón Ecológico Área Metropolitana Sociedad del Estado, más conocido como CEAMSE, sociedad inter jurisdiccional, de carácter privado que, en teoría, había sido creado para contribuir al equilibrio y la preservación de la zona, generando tareas de saneamiento y eliminación de la contaminación.

Para llevar a cabo tarea tan noble, el 11 de octubre de 1978, el CEAMSE firmó un contrato con Saneamiento y Urbanización S.A. (Syusa), empresa de la firma Techint, para que llevara a cabo estas tareas en la costa Sur del Río de la Plata, más específicamente en la zona de Villa Domínico, Partido de Avellaneda. Este acuerdo contemplaba la asunción por parte de Syusa de una serie de obligaciones: la creación de espacios verdes que deberían tener un mínimo de 75 árboles por hectárea, destinados a convertirse en áreas para llevar a cabo actividades recreativas, la existencia de caminos iluminados para que los vecinos pudieran tener acceso a esta zona, locales de guardabosques, un club náutico, instalaciones deportivas y dos cementerios. La concesión iba a ser por un plazo de 20 años.

A cambio, Syusa recibiría las tarifas y el tercio de las tierras recuperadas, es decir, aquellas tierras que habían sido rellenadas de basura y fueran posteriormente forestadas.

Cinco años antes de que el plazo se cumpliera, es decir, en 1993 la empresa Syusa en conjunto con el CEAMSE, bajo el gobierno menemista, realizó algunas “pequeñas” modificaciones al contrato original. Estas le permitían a la empresa empezar a acumular residuos de forma vertical formando una montaña de basura a cielo abierto, eliminar las obligaciones que habían sido asumidas hacía tan sólo 15 años y se modificaban las condiciones de pago. A partir de la fecha, Syusa no cobraría por hectárea recuperada sino por cantidad de basura depositada y se le abonaría no con áreas rellenadas y posteriormente forestadas sino con tierras no contaminadas.

De esta manera, se le estaba pagando a una empresa por contaminar con tierras estatales y por sobre todo ricas en diversidad ambiental. Así, Syusa se apoderó de 232 hectáreas al borde del Rio de la Plata, tierras que justamente en la actualidad son concebidas como el nuevo espacio destinado al proyecto Nueva Costa del Plata, que encabeza la empresa Techint.

Al respecto, Nieves Baldaccini, vecina asambleísta del Foro en Defensa del Río de la Plata, afirma “Si durante 26 años una empresa como ésta estuvo a cargo del manejo del relleno sanitario y no cuido nada, al contrario, contaminó toda la región, ¿cómo vamos a creer ahora que va a proteger la reserva natural? No puede ser que se los premie a estos señores con tierras que son de todos”.

La labor llevada a cabo por Syusa durante esos años no pasó desapercibida para los vecinos de la zona. La empresa es la culpable de generar un incremento en los niveles de contaminación sobre todo considerando que este predio recibía más de la mitad de los 5.4 millones de toneladas de basura anual producida en la Capital Federal y el conurbano bonaerense. El CEAMSE arrojaba 8.000 toneladas por día de desechos sobre tierras que no fueron impermeabilizadas, contribuyendo así a la contaminación de las napas acuíferas a través de los líquidos lixiviados.

Actualmente, este jugo de la basura, pese a que desde hace 7 años ya no se arrojan más residuos, sigue generando efectos nocivos e inhibiendo el crecimiento de la vegetación de la zona afectada, según el testimonio de Carlos García, un vecino asambleísta de la zona. Las montañas de basura fueron la fuente de emanación de diversos gases nocivos, como el metano, que generaron graves consecuencias de salud: alergias, distintos cuadros de leucemia infantil, cánceres de todo tipo, enfermedades respiratorias, cardiológicas, intestinales, sanguíneas, dermatológicas, entre otras. Los cientos de casos que se presentaron en la zona fueron el motor para que se creara la agrupación “Las madres de las torres”, un grupo de mujeres pertenecientes a las Torres de Wilde que iniciaron la lucha en el año 99 para frenar la contaminación abierta que realizaba el CEAMSE, viendo que sus hijos morían principalmente de leucemia y cáncer producto de estos sucios negociados.

Finalmente, a través de la lucha de los vecinos y con el apoyo del intendente de Avellaneda, de ese momento, Oscar Laborde, el predio fue cerrado el 31 de Enero de 2004.

Sobradas consecuencias para oponerse

La oposición es entonces a un proyecto inmobiliario en una reserva natural, y también a que quien contribuyó a la contaminación de la ribera no sea premiado. Nieves Baldaccini relata: “Cuando presentan el proyecto, nos sorprendió porque esa zona era la que había sido afectada por el relleno sanitario del CEAMSE y lo único que quedaba libre era la selva marginal. Empezamos a averiguar, a conectarnos con biólogos e informarnos sobre lo que pasaba. Entonces, nos enteramos que también había un humedal”.

Elián Guerrero, estudiante e investigador de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de La Plata y del Museo de la Plata quien ha participado de grupos de trabajo en la ribera quilmeña, explica al respecto que “un emprendimiento inmobiliario como el llamado Costa del Plata, traería consecuencias negativas sobre el ecosistema. En principio, lo hará porque no contempló resguardar un área de amortiguación entre las edificaciones y el bosque. El bosque, se quiera o no, recibirá un considerable disturbio que por el llamado "efecto borde" espantará gran parte de la fauna local. Y ni hablar de las lagunas y bañados, que serán desconectadas unas de otras e inmersas en una matriz de cemento”. Por último, concluye: “Está claramente demostrado y ejemplificado en Capital Federal, Quilmes y Punta Lara, que cuando se construye cerca del Río de la Plata se intervienen directamente las fuerzas del oleaje de las grandes sudestadas. El resultado es un rebote del oleaje que lava la arena y eventualmente deja a la zona sin playa. En Avellaneda y Quilmes esto se agrava porque lo que lavaría es el piso del bosque. La supervivencia de la mitad del ecosistema se verá afectada por ello.”

Es por esto, que para proteger la reserva y sabiendo qué tipo de proyecto se quiere realizar y quiénes están detrás, los vecinos autoorganizados están luchando para no perder el último pulmón verde de la región (que a su vez funciona como área recreativa) y defender a la gente que vive allí y que debería abandonar sus casas, ya precarias, por el impacto del proyecto: se prevé oficialmente la construcción de edificios de viviendas para 25 mil personas y oficinas que recibirían otras 25 mil a diario.

“Para generar conciencia sobre la importancia de la ribera los vecinos seguimos organizando caminatas, recorriendo gran parte del espacio en conflicto. Es de esa manera como cada persona puede entender, conocer y hacerse preguntas para sacarse todas las dudas con las que vengan o simplemente afirmar lo que ya suponían.”, contó Macarena Castro, vecina asambleísta.

Hasta ahora, el municipio de Avellaneda ya aprobó el proyecto pero se está a la espera de Quilmes, donde su concejo deliberante no da quórum. Aún así, los funcionarios quilmeños afirman que el proyecto va a concretarse y en los hechos, el pasado 20 de agosto se inauguraron viajes a Puerto Madero en catamaranes-colectivo.

Por lo tanto, el emprendimiento tendría un impacto a nivel demográfico por la expansión habitacional y poblacional desmedido; un impacto ambiental por la perdida del ecosistema de la reserva natural y un impacto social ya que los lugareños deberían abandonar sus viviendas.

Qué atrasado está el progreso

Si hay algo en que Techint y el municipio de Quilmes han acordado, es en sus ideas respecto del progreso y sus formas de alcanzarlo. Donde hay un área verde ellos encuentran que hay un espacio que no está siendo aprovechado, un baldío que ocupa lugar ocioso y no genera ganancias. Ganancias traducidas en dólares, claro está.

La salud y el medioambiente sano no pertenecen al mundo de los ingresos empresariales y del progreso del que tanto han querido convencer los funcionarios del municipio a la Asamblea de vecinos. ¨Es demasiado antropocéntrico llamar "progreso" a un proyecto tan desbalanceado como este que, además de desfavorecer demasiado a la flora y fauna silvestre del sitio, no constituye más que un negocio para un mínimo sector privilegiado de la sociedad. ¿Pero cómo va a entender este sector las desventajas de la explotación de la naturaleza por el hombre si no entiende siquiera las de la explotación del hombre por el hombre?¨ reflexionó al respecto Elián Guerrero. Además, agregó: ¨Creo que no puede existir progreso humano sin un progreso en las relaciones entre éste y su entorno. Es sólo una cuestión de mutualismo lo que resolverá la mayor parte de los problemas ambientales. Lo que ha surgido en Bernal como un movimiento autoconvocado de vecinos es un principio¨.

En la definición del joven investigador encontramos uno de los pilares sobre los que se ha asentado la Asamblea: el trabajo conjunto con quienes luchan por un mejor medio ambiente y con todas las organizaciones que se acerquen a participar y dar su apoyo.

El movimiento Hagamos lo Imposible, quien realiza actividades culturales en la zona, se ha unido a la causa. Uno de sus integrantes, Juan Manuel Pescio, evalúa que ¨ningún actor político o social en particular tiene la influencia y capacidad de enfrentarse a Techint, sino más bien alimentar el marco de relaciones, que confluyan diversos agrupamientos, movimientos, partidos, independientes, y apuntar a instalar al masivo la problemática, lo cual le genera a la empresa costos políticos ante cualquier intento de avance de algún tipo.” La idea que reina en esta última definición es que el conflicto logre la mayor difusión y concientización entre los vecinos de Quilmes, ya que es la forma de controlar el accionar ilegal del municipio y de Techint.

Por otra parte, Jorge Trevin, ingeniero forestal con master en recursos naturales ha estado investigando respecto del proyecto y ha concluido que por lo general, los gobiernos abandonan las zonas verdes en las cuales haya intereses inmobiliarios multimillonarios como forma de permitir su rápida degradación para facilitar luego la aceptación de los proyectos como forma de ¨recuperar¨ el terreno. En resumen, a su entender ¨el caso muestra a la tierra pública como sujeto de negociado, la privatización de la planificación urbana, la manipulación como sucedáneo de la participación pública, y las deficiencias graves en lo técnico e institucional en la gestión ejecutiva de dos municipios importantes del Conurbano¨.

El artículo 41 de la Constitución Nacional dice que todos tenemos derecho a un ambiente sano y a su preservación para generaciones futuras, pero también aclara que ¨el daño ambiental generará prioritariamente la obligación de recomponer, según lo establezca la ley¨. Techint está intentando recomponer la destrucción de sus años de gerenciamiento de esas tierras con mayor destrucción. Entonces, ¿progreso para quién? se preguntan en la Asamblea de vecinos autoconvocados en defensa del Río de la Plata. Y contestan ¨para llenarse los bolsillos ellos seguro que es un progreso, pero para la calidad de vida de la naturaleza y para todos nosotros ¿es progreso? No¨.

Recuadro 1

Un caso similar

El vial costero, en Vicente López, también forma parte de los intentos que todos los municipios con salida al río están llevando a cabo por colonizarlo y convertir sus costas en nuevos Puerto Madero.

Se trata, en este caso, de un proyecto muy controvertido que impulsa el municipio de la zona aprobado en una sesión del concejo deliberante cuestionada por ser tramposa el 24 de diciembre del 2004 a las 4 de la madrugada.

En concreto, lo que los funcionarios hicieron fue aprobar excepciones a las leyes que no permitirían o frenarían la construcción de una autovía que desde los órganos oficiales dice ser parte de un aporte a mejorar el tránsito hacia Capital Federal y alrededor de la cual se construirían torres de departamentos, restaurantes y un Shopping.

El conflicto comenzó cuando algunos vecinos se enteraron de lo que estaba sucediendo y decidieron convocarse bajo el nombre de Asamblea de Vecinos de Vicente López para frenar el proyecto: lo denunciaron como un gran negociado inmobiliario donde cada concejal/diputado cobró su comisión por hacer la vista gorda a los pedidos de impacto ambiental y de consulta ciudadana que ellos realizan. Al respecto, Iris Dirigliano, referente de la Asamblea afirma: ¨El sistema político de Vicente López es de imposición y de ocultamiento, de modo tal que el inversor tiene garantizado la no oposición de ningún pseudo vecino aportante de ABL todos los meses. Ese sistema de imposición, donde yo tengo todo el Concejo Deliberante de mi lado, hace que el inversor tenga garantizado que nadie lo vaya a molestar.”

Recuadro 2

Vida y cultura de la ribera de Quilmes

Actualmente en la ribera de Quilmes viven familias que disfrutan de la vida isleña y que provienen de generaciones de habitantes de su delta. ¨La costa del Río de la Plata es el marco para el desarrollo de una cultura propia, la cultura de la ribera, de los hombres y mujeres del río que aprendieron durante generaciones a vivir adaptados a su ciclo¨, relata Hernán Laita, docente e investigador que habita la zona. Y prosigue ¨Estos santuarios de cultura y biodiversidad no pueden ser entregados a los intereses especulativos del mercado inmobiliario. El Río de la Plata fue disfrutado por generaciones de argentinos, y sus costas deben seguir siendo públicas, con usos que contemplen el libre esparcimiento de las personas, el resguardo de sus funciones ecológicas fundamentales y de su abundante biodiversidad¨.

Recuadro 3

Día mundial del humedal

El Día Mundial del Humedal se celebra desde 1971 todos los 2 de Febrero. Se declaró ese año en la Convención Relativa a los Humedales de Importancia Internacional especialmente como Hábitat de Aves Acuáticas, conocida abreviadamente como Convenio de Ramsar, en Irán. El objetivo general de ese evento fue abogar por el cuidado y conservación de los humedales a nivel internacional como forma de un mejor desarrollo sustentable a nivel mundial para las generaciones futuras.

¿Qué es un humedal? Es una zona de tierras planas que se inundan con facilidad, generando por esta característica un ecosistema de flora y fauna tanto acuática como terrestre. ¨Los humedales, en general, tienen funciones ecológicas fundamentales como amortiguación de crecientes, retención y reciclaje de materiales contaminantes con la consecuente limpieza del agua, producción de oxigeno, recarga de acuíferos, además de ser zonas de abundante biodiversidad¨, afirma Hernán Laita.

En Argentina, país que firmó el Convenio, actualmente, se conocen 19 sitios considerados humedales para la protección como patrimonio de cuidado nacional, entre los más conocidos la bahía de Samborombom, la Laguna de Mar Chiquita y los Esteros del Iberá.

No hay comentarios: