jueves, 22 de septiembre de 2011

Alejandro Dominguez habla sobre su regreso a la Argentina

Por Analía Imputato, Estefanía Cendón y Adriano Epiro

Alejandro Domínguez pensó que la B Nacional era solamente un recuerdo. Él, que se inició en Quilmes, en la segunda categoría, ya estaba acostumbrado a estadios europeos y a compartir el campo de juego con los mejores futbolistas del planeta. Sin embargo, eligió retornar a estas canchas sin césped, con pozos y con líneas desdibujadas. En las retinas de los hinchas de River todavía quedan chispazos de su velocidad. En su primer paso por Núñez, Domínguez sumó dos títulos (Clausura 2002 y Clausura 2003) y nueve goles en 29 participaciones. A su habitual habilidad, le sumó experiencia. En 2004, el Rubin Kazan de Rusia le abrió las puertas de Europa. El Zenit de San Petersburgo se lo llevó en busca de grandes objetivos. Y los logró: su principal triunfo fue en la Copa UEFA, la segunda más importante del continente. Tras derrotar al Manchester United en la Supercopa, con Cristiano Ronaldo enfrente, su nuevo destino fue el Valencia, donde nunca encontró la titularidad. Algunas discusiones con el entrenador lo marginaron: en el último año y medio, solamente disputó 26 encuentros y marcó un gol.
Hoy, junto a Fernando Cavenaghi, otro repatriado, intenta manejar los hilos creativos de River, después del primer descenso en su historia. Para el club, el golpe fue doloroso. Y por ahí anda el Chori, a quien no le pesó la responsabilidad y se convirtió en el mejor futbolista de River tras las auspiciosas primeras dos fechas de la incursión del equipo en un terreno poco conocido: la B.
¿Cómo sentiste esta primera experiencia en la B Nacional con River?
Después de los primeros partidos, me quedé muy contento, más que nada porque River llevaba varios partidos sin ganar y pudimos romper la mala racha (NE: victorias 1 a 0 ante Chacarita, de local, y 3 a 1 en la visita a Independiente Rivadavia de Mendoza). Pienso que esto recién comienza, que quedan muchos partidos, aunque empezar con dos triunfos es algo positivo. Necesitábamos este envión. Es reconfortante, ahora todo el plantel está muy contento.
¿Cómo encontraste a River económicamente?
El club tiene muchos problemas económicos. Las cosas se vienen haciendo mal desde hace mucho tiempo. Eso River lo está pagando ahora. Acá hay muchas pujas políticas, cosas que uno no conoce y, por eso, mucho no puedo opinar sobre el tema, pero creo que, ahora, lo importante es mirar hacia delante y dejar de lamentarnos por lo que no se hizo o lo que se pudo haber hecho.
¿Pensabas que cuando te tocara volver a jugar en algún equipo argentino, iba a ser River o estabas abierto a la convocatoria de cualquier otro club?
No, sinceramente ni siquiera tenía pensado volver. Fue algo que decidí muy rápido porque sentí que quería algo que me hiciera sentir feliz. Estoy a préstamo en River. Por eso, a mí todavía me queda un año de contrato con el Valencia. Ahora quiero pensar solamente en el presente de River. Cuando llegue el momento veré qué hago, por ahora estoy muy feliz de estar acá.
¿Cómo tomaste personalmente este regreso al fútbol argentino?
Para mí, es una alegría enorme volver al Monumental. Era algo con lo que soñaba desde que me fui a Europa. Me sorprendió un poco el momento, pero sabía que algún día iba a volver y estaría acá recibiendo el cariño de la gente otra vez. Además, me reencuentro con mis parientes y mis amigos. En definitiva, estoy muy contento de haber tomado esta decisión y de poder estar acá en mi casa y ayudar un poco para que River salga de esta situación.
¿Cuáles son tus expectativas deportivas en cuanto a River?
El objetivo es que River pase lo más rápido posible todo esto. Las expectativas son esas, ascender, pero no a cualquier costo. Tratamos de que la gente pueda disfrutar otra vez del buen fútbol, que hace tiempo le está faltando al fútbol argentino. Por lo visto, estamos en ese camino.
¿Qué te produjo ver el descenso por televisión, a la distancia?
Los periodistas hacen su trabajo, pero tienen que tener bien en claro algo: ellos no son futbolistas. Por eso, deben tener mucho cuidado con lo que dicen porque siempre detrás de los jugadores está la familia. Mientras uno lo pueda manejar, todo bien; pero la familia siempre está sufriendo. Seguí las últimas fechas del torneo pasado y cuando escuchaba a ciertos periodistas me dio bronca, porque suponían que muchos jugadores que estábamos en Europa no queríamos volver. A mí, eso me molestó porque los futbolistas tenemos un contrato, que es una obligación y una responsabilidad con un club. Comprendo su trabajo, pero algunos periodistas se equivocan y piensan que por serlo pueden decir lo que se les ocurra.
Ya tuviste un paso por la B Nacional con la camiseta de Quilmes, ¿Qué recuerdos tenés de esa etapa?
Fue una linda experiencia, tengo muy buenos recuerdos, aunque los resultados no acompañaron. Con Quilmes perdimos tres finales por el ascenso. Fue una lástima porque teníamos buenos jugadores: Adrián Giampietri, un símbolo del club, y el Chapu (Rodrigo) Braña, que ahora está en Estudiantes de La Plata. Después, me convocaron para el Mundial sub 20 de 2001, pero me fracturé el tobillo derecho en cuartos de final y no jugué los últimos partidos. Tuve varios meses de recuperación y, por suerte, me compró River. Ahí ganamos el campeonato local dos veces.
¿Qué recuerdos tenés de tu extensa experiencia en Rusia?
Allá estuve seis años, con Claudia, mi mujer. Los primeros dos años fueron muy complicados. Había muchos obstáculos: el tema del idioma, tratar de adaptarnos al estilo de vida de Rusia, el frío. A veces, pensaba en irme y buscar otros rumbos, pero gracias a dios en esos momentos aparecía la contención de mi mujer, que me apoyó en todo, y pude seguir adelante. Al final, deportivamente salió todo bien, me pude adaptar y encontrar un buen nivel de juego. Tuve la suerte de ganar una Copa UEFA, ganándole al Bayern Munich en las semifinales. Y socialmente, me quedó mucha gente amiga, un amigo con el que nos encontramos a veces. No fue fácil, pero creo que todo sirve y todo ayuda para progresar en esta carrera.
¿A la distancia, podés rescatar algo de tu paso por la liga española?
Sinceramente, las cosas no salieron como yo quería. A fines de 2009, terminó mi contrato con el Rubin Kazan, entonces quedé libre. Recibí ofertas de España y de Italia y me decidí por España, por el Valencia. Tomé una determinación que, a la larga, no fue la mejor. Puse todo mi esfuerzo para adaptarme, pero no tenía minutos de juego y eso no me permitió entrar en ritmo.
¿Qué diferencias encontrás entre el fútbol argentino y el fútbol europeo, después de siete años de experiencia en el exterior?
Hay muchas diferencias: en el sistema táctico, en la manera de ver el fútbol. Incluso se nota en la sociedad, porque allá se vive de otra manera, la gente es mucho más tranquila. Pero en Europa y en Argentina se necesita lo mismo: buenos jugadores. Eso es lo que encuentro de positivo en River, que tiene muchos jugadores jóvenes con mucha calidad, que tienen un gran futuro. Esperemos que la gente de River pueda festejar, porque sería una alegría enorme.
¿Si las cosas salen bien, te ilusionás con un lugar en la selección argentina?
Ojalá. Sé que ahora cambiaron de entrenador. Espero que (Alejandro) Sabella pueda revertir esta situación, después de la eliminación de la Copa América. Argentina tiene buenos jugadores, pero creo que hay que ver qué sucede adentro del vestuario, entre los jugadores. Como no estuve, solamente puedo opinar de lo que se ve desde afuera.
¿Cómo ves el manejo de la Selección en los últimos tiempos?
Como jugador, hay muchas cosas con las que no estoy de acuerdo, pero no las puedo decir, no queda bien. Lo que si puedo decir es que hay un cuerpo técnico nuevo, y cuando se arma un nuevo proyecto siempre se generan grandes expectativas. Creo que estaría bueno que vayan a la selección los jugadores que están pasando por un buen momento y no los amigos de uno o los amigos de otros. Lo mejor que le puede pasar a la selección es que sean citados los jugadores que realmente demuestran que están bien futbolísticamente, porque son los que pueden ayudar a la selección para que vuelva a ser lo que era antes.
Tenés 30 años y el retiro todavía está lejos. Si hacés un balance de tu carrera: ¿sentís que cumpliste con tus expectativas hasta ahora?
Creo que sí. La experiencia en Europa fue buena, porque pude estar muchos años compitiendo en el máximo nivel. Quizás no terminé bien en Valencia, pero ese error me dejó algunas enseñanzas. Igualmente no descarto la posibilidad de volver a jugar a Europa. En Argentina, empecé desde abajo. Gracias a dios, me quedó un lindo recuerdo de Quilmes, sobre todo porque es donde crecí. Aunque fue un paso bastante corto, salimos campeones varias veces y creo que eso me ayudó para pasar a Europa.
¿Cuándo termine tu contrato con River, pensás quedarte en Argentina?
Todavía no lo sé. Recién cuando termine el préstamo llegará el momento de decidir qué hacer. Por lo pronto, tengo un año más de contrato con el Valencia y por más que presione no sé que va a pasar. Falta mucho para eso.

1 comentario:

Estefanía dijo...

¡Qué equipo! ;)