miércoles, 17 de agosto de 2011

Victoria Montenegro en la facultad de Sociales

Por Julieta Fungueiriño
Hacen su entrada al bullicioso estudio de televisión Victoria y María Sol; la que quería a toda costa seguir la carrera militar y la que actualmente trabaja para el Ministerio de Desarrollo Social de la nación; la hija de Toti (tal el mote cariñoso de Roque Montenegro) e Hilda y la hija del Coronel Herman Tetzlaff y Maria del Carmen Eduartes, como se presentara a su familia biológica en su primer encuentro. En aquella oportunidad, había afirmado que “eso no iba a cambiar nunca”. Sin embargo, así sucedió, y aquí está hoy tratando de resignificar su pasado desde su nuevo lugar, a tan sólo 10 cuadras del monoblock donde transcurrió su infancia, en Lugano, pero cada vez más lejos de la que alguna vez fue. Si de resignificar se trata, cuando le preguntan acerca del matrimonio apropiador refiriéndose a ellos como “tus padres”, responde sin vacilación: “Mis padres no, mis apropiadores.” Sonríe con calma, habla mucho y rápido, gesticula todo el tiempo, alegremente. Cuenta situaciones de su infancia terribles a los ojos de la audiencia, que se muestra visiblemente sorprendida ante la calidez con la que recuerda al coronel y su esposa. Tal vez, en esos momentos, es María Sol quien toma la palabra. Esa que fue, como Victoria ha relatado en otras oportunidades, “el mejor abogado de Herman”.
Luego de los resultados del primer ADN, en 1997, tuvieron que transcurrir cuatro años más para que Victoria se convirtiera en una nueva nieta recuperada. Una primera visita cancelada, haciendo que los tíos y primos pegaran la vuelta a poco de haber salido de Orán. Una segunda visita, organizada con mucha reticencia. Para quien entonces era María Sol, ser “hija de la subversión” todavía significaba una vergüenza, las Abuelas de Plaza de Mayo todavía eran “viejas locas”, y esa familia que estaba a punto de conocer, la nueva culpable de todo lo que le había sucedido.
El 31 de diciembre de ese año llegó el primer viaje a Salta, donde ella siempre había faltado pero a la vez había estado presente. Incluso le habían festejado su cumpleaños año tras año, mientras estuvieron buscándola. Había llegado por primera vez a un lugar donde Victoria siempre había existido, aunque ella no lo sabía. “La sensación que yo tuve era que hacía mucho que no iba a ese lugar. Eso fue lo que mi familia me demostró. Yo en ningún momento sentí que era nueva en ese lugar, sentí que hacía muchos años que no nos veíamos, nada más.” Lamentablemente, no ocurrió lo mismo con su familia materna. En su primer encuentro, su abuela, militante del ERP, fue categórica. “A vos te crió el enemigo, vos sos el enemigo, maldigo el día en que apareciste” Ella sólo atinó a llorar, a defenderse, a decir que no era su culpa. “Yo no te pedí nada, yo quiero mi vida”, le contestó a aquella mujer que no estaba dispuesta a escucharla. No fue posible recomponer ese lazo. Su abuela falleció poco tiempo después, y con su abuelo ni siquiera llegó a comunicarse.
Un paso muy importante en este camino que recorrió para llegar a sentirse Victoria fue su participación en la investigación del Plan Sistemático de Robo de Bebés, durante la última dictadura. Victoria denunció al fiscal Juan Martín Romero Victorica por ser uno de los contactos que brindó protección a Tetzlaff. Gracias a su declaración, Romero Victorica está siendo investigado por la justicia. Pero al momento de hablar, Victoria sintió mucho miedo, el miedo de los años siendo María Sol. “Yo crecí con mucha violencia, con mucho miedo, cosas que no voy a contar pero son bastante complicadas” Cosas tan complicadas como que Herman llegó a darle el arma con la que mató a sus padres. Pero la audiencia, aunque probablemente lo sepa, se mantiene en silencio, quizás intentado respetar que hoy simplemente no desee traerlo a la memoria.
A pesar de haber vivido momentos tan atroces, Victoria hoy es mucho más fuerte, y tiene en claro por qué decidió declarar. “Yo con Romero Victorica no tengo nada personal, no es que tengo una necesidad puntual, pero sí considero que a una persona que hizo eso, al menos, tiene que investigarla la justicia. Porque en este tiempo que yo pensaba que él estaba ayudando a mi papá, mi papá estaba desaparecido y mi familia se estaba muriendo sin conocerme. Eso es lo que Victoria no puede obviar, no puede mirar para otro lado” Sobre el robo de bebés agrega: “Es quedarse con lo que más te puede doler. Creo que es la perfección del odio y de la barbarie que ellos quisieron implementar.”
Ser feliz, luchar por los que menos tienen, ser humilde. Todo eso fantasea Victoria que hubieran querido sus padres para ella. Que se comprometa con una causa. Precisamente hacia eso se está encaminando.”Estamos como candidatas a legisladora por la Ciudad de Buenos Aires” Algunas risas delatan su acto fallido, uno de los tantos momentos en los que María Sol vuelve a asomarse. “No, María Sol no. Yo sola, Victoria, y con muchas ganas de aportar algo.” Durante la jornada se generó un fuerte debate en torno a la orientación kirchnerista de Victoria. Se la interpeló acerca de si existe un interés genuino por los derechos humanos por parte del gobierno, y se discutió firmemente su postura, considerando varios aspectos del gobierno definidos como “contradictorios”. Frente a estos cuestionamientos, Victoria defiende con firmeza su elección. “La mejor forma de producir los cambios es a través de la política. Yo creo que todos soñamos un país diferente. Creo que nosotros tenemos la posibilidad de empezar a hacer esa diferencia, desde el lugar que a cada uno le toque ocupar. Yo me conozco, se como soy, se como es la gente que me rodea, se lo que quiero y creo que puedo aportar mucho desde ese lugar. Voy a poner todo, pongo todo todos los días, ya lo venía poniendo desde antes, no es nada nuevo”
Terminada la conferencia, Victoria finalmente se retira con su pasado y su presente a cuestas, y un futuro por delante, un futuro que ella ve en Salta, una vez que haya cumplido con su tarea actual. Se detiene a charlar con algunos de los presentes, no vacila en dar su dirección de mail, se muestra abierta a todos aquellos que tuvieron la oportunidad de conocer su historia hoy. La historia de ambas. Daría la impresión que en esta tarde de junio Victoria pisa más fuerte, y María Sol la sigue, silenciosa, cada vez más detrás.

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