viernes, 12 de noviembre de 2010

Javier Daulte, autor y director de Proyecto Vestuarios

"Es muy difícil reflexionar sobre género sin tener miedo de salirse de lo políticamente correcto”
Por Ivana Szerman y Agustina Colombo (Comisión 34) *
Vestuario de hombres y Vestuario de mujeres: dos espectáculos distintos que conforman una unidad temática, donde cada historia narra los conflictos de un equipo de Almagro que viaja a Hungría a jugar una final de Lacrosse. Habla de la sociedad, de los grupos y de la idiosincrasia de los argentinos, a partir de ese lugar donde confluye lo público y lo privado.
A pocas cuadras de Espacio Callejón, donde toma lugar el Proyecto Vestuarios, vive su autor y director, Javier Daulte. Con tres obras en cartel en simultáneo, se desempeña como autor del unitario de canal 13 Para vestir santos. En un living amplio pero cálido, desde el cual se ve su patio cubierto de pasto, el dramaturgo -a quien le disgusta que otros dirijan sus obras pero se anima con Un Dios Salvaje de Yasmina Reza, que está por estrenar también en México, y Baraka de María Goos– toma mate y se presta a la conversación, mientras los actores de las dos obras que conforman el proyecto van llegando para realizar una nota con Canal 7 minutos después. Daulte habla pausadamente sobre el proceso de producción del proyecto.
¿Cuándo creás una obra con tantos personajes, primero escribís y después pensás en los actores, o buscás los actores antes de empezar a escribir?
Siempre pienso qué grupo de gente tengo ganas de armar y ahí arranco. Sobre un proyecto tan multitudinario como Vestuarios, mi prioridad era armar un grupo humano artísticamente potente, humanamente de calidad, porque hay que convivir entre tanta gente. Y para ensayar las dos obras al mismo tiempo se necesitaba un grupo muy disciplinado.
Las dos obras hablan de dirigir un equipo y sus dificultades. ¿Hay algo de tu experiencia en eso?
Seguramente. Nunca lo había pensado. Yo creo que dirigir un espectáculo, como conducir un equipo, ser padre, son todas cosas equivalentes y uno las tiene muy incorporadas. Quizá por eso no lo había pensado. No tengo ninguna identificación con ninguno de los DT de los equipos, que son muy diferentes entre sí. Quizás en el caso de las mujeres pareciera que se la respeta a Sonia pero en cuanto da la espalda la cuestionan muchísimo. Y en el caso de los hombres pareciera que le pueden decir cualquier cosa a Bocha en la cara pero lo respetan.
¿Cómo interactuaban en los ensayos ambos elencos?
Yo trabajaba unas horas con un elenco y después venía el otro. Y cada tanto pasábamos lo que ya estaba ensayado. Entonces un elenco veía el trabajo del otro, cosa que no hacía en los ensayos regulares. Era una intriga para todos porque no sabían de qué se trataba la otra obra. No se contaban entre ellos, creo que les gustaba reservar la sorpresa para cuando lo viesen. Es un elenco único para dos obras diferentes, entonces hay una relación bastante particular porque comparten un proyecto pero no comparten la función.
Hay algunos paralelismos entre los personajes de uno y otro, como Gali y Bárbara.
Sí. El que se recorta de algún modo y pone su individualidad por encima del grupo. Obviamente las obras fueron construidas en un sentido especular: yo las usaba de espejo, no para reproducir, pero sí me servía la referencia de una obra para la otra. Y en ese sentido me importaba mas construir las diferencias que las similitudes, que son un impulso natural. Ya desde algunos elementos básicos como los anfitriones Sandor y Aneska hay personajes muy opuestos. También el hecho de que el DT sea muy diferente, que entre las chicas hubiese gemelas, era para generar un divorcio entre las similitudes que el planteo básico proveía.
En Vestuarios el público está iluminado, los actores están desnudos y ven que los ven. ¿Cómo lo manejaron?
Mi idea era trabajarlo con mucha tranquilidad. El elemento inspirador inicial tenía mucho que ver con estar espiando de forma tan grosera algo como es la intimidad de un vestuario. Y como un vestuario tiene de por sí algo violento que es esta mezcla de lo público y lo privado, me parecía que era más interesante la proximidad. Yo desde el inicio sabía que iba a haber duchas, desnudos, y es la primera vez en mi carrera que lo hago. Mi idea era que lo que esté pasando en la escena sea tan potente que el desnudo quede totalmente eclipsado. Y aunque todos lo sabían de antemano, lograr ese comportamiento al principio no fue un trabajo fácil. Ese efecto es el desafío, que no incomode, que no resulte molesto y que no resulte innecesario. Yo podría haber ocultado las duchas, pero me sentiría un poco estafado como espectador. Si vamos a ver vestuarios, vamos a ver vestuarios. Como yo desconozco el funcionamiento del vestuario femenino también me costó más esa zona. En el vestuario de mujeres hay una cortina transparente, que no tapa nada, pero la idea era decir que las mujeres tienen algo que es un poco más recatado.
¿Cuándo dijiste “la obra está terminada”?
Nuestra idea era que íbamos a estar trabajando y en algún momento las obras iban a estar terminadas e íbamos a empezar a traer gente. Pero no nos planteamos un estreno como tal. Yo creo que los espectáculos están encontrando su punto en este momento. Son menos fáciles de lo que parecen, porque hay una cuestión de cómo está compensado el tema de lo coral con lo individual. Y, sobre todo, generar la ilusión de que acá hubo un partido. Si eso ocurre creo que el espectáculo está logrado.
¿Te parece mejor ver los dos juntos o con una distancia entre uno y otro?
Yo creo que son dos experiencias diferentes, conozco gente que las vio juntas y gente que las vio con una distancia de una semana o de dos, y todos sacaron un beneficio. Ese es el aspecto más experimental del proyecto: uno siente que va a ver el mismo espectáculo y en realidad es otro. Porque cada obra es cada obra, con una estructura, un relato, un planteo. Pero el fenómeno que se produce, en el aspecto metonímico de las dos obras, es la parte más experimental y ahí es donde creo que el espectador es el que más genera una reflexión de género. En cambio, cuando ves cada obra por separado no habla de género. Es muy difícil reflexionar sobre género sin tener miedo de salirse de lo políticamente correcto.
Se puede volver un poco angustiante presenciar los dos ultrajes que se producen en las obras uno atrás del otro.
El ultraje en ambos casos por distintas razones es muy brutal. La liga el que no la tiene que ligar y sé que tiene algo muy violento. Pero al mismo tiempo hay algo de eso que me parecía absolutamente necesario. No es nada que no ocurra en un vestuario. Y creo que además la violencia está desde el primer minuto, porque la contienda deportiva, la instancia de una final, la instancia de un mundial, es violenta en su planteo de se gana o se pierde. El tema es qué se hace con esa violencia, a dónde va a parar.
Pero las oposiciones son distintas entre un vestuario y el otro
En el caso de las mujeres es una guerra civil, una guerra interna. En el caso de los hombres es una guerra hacia el exterior. Yo también pongo el Lacrosse, un deporte desconocido, por dos razones: como nadie lo conoce, me puedo tomar cualquier licencia y si hubiera puesto al fútbol parecería una obra que habla sobre el fútbol, y no sobre el deporte. Hace poco en el congreso de GETEA (Grupo de Estudios de Teatro Argentino) alguien que conocía bien toda mi obra me dice “es tu primera obra con contenido tan explícito”, como que la obra opina sobre la sociedad. Acá hay una metáfora de la sociedad o de los grupos o de lo que sea, pero una también habla directamente sobre los argentinos.
Vestuario de hombres: Joaquin Berthold, Federico Buso, Julián Calviño, Gerardo Chendo, Héctor Díaz, Juan Grandinetti, Walter Jakob, Javier Niklison, Marcelo Pozzi, William Prociuk, Ezequiel Rodríguez.Viernes 21 hs y sábados 23 hs.
Vestuario de mujeres: Dana Basso, Elisa Carricajo, Valeria Correa, María Marull, Paula Marull, Laura Paredes, Ana Pauls, Marcela Peidro, Debora Zanolli, Magela Zanotta.Sábados 21 hs y domingos 20 hsEspacio Callejón: Humahuaca 3759.
*Esta nota, realizada para taller III, fue publicada en el sitio "Esto no es una revista" (http://www.estonoesunarevista.com.ar/miradas.html#daulte), felicitacions a las compañeras.

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