viernes, 21 de mayo de 2010

Rayos y Centellas, Batman… ¡Boom!

La Feria del Libro tuvo un espacio dedicado a las
historietas, con presencia de grandes y chicos. El
fin de semana se realizó un concurso de disfraces
y se premió a las mejores publicaciones del año
.

Por Lucía Rinaldi (Comisión 35)
La feria del libro es la feria de todos. Un lugar al que asisten desde los más acérrimos lectores hasta aquellos que solo quieren pasar una tarde agradable al abrigo de los pabellones de papel. Este año, sumándose a las celebraciones del Bicentenario, el lema de la feria invitaba a “festejar con libros 200 años de historias”. Y el encuentro se tornó una verdadera fiesta.
Además de los expositores tradicionales como son las editoriales y librerías, forman parte de la feria stands de distintos países, provincias argentinas e instituciones nacionales. “La gente ya sabe que los libros están aquí. Lo importante es lograr llamarles la atención entre tanta oferta”, cuenta Teresa Loggia, autora del libro Artesanías con globos, mientras enseña a armar figuras con globos a un numeroso grupo de chicos (y no tan chicos) en el stand de la Editorial Dunken.
Siguiendo el recorrido por los distintos pabellones, la Biblioteca Nacional propone otra forma de llamar la atención: una antigua expendedora de cigarrillos convertida en La Máquina del Bicentenario, que al introducir una moneda de un peso permite obtener un mini libro de la nueva colección alusiva a los festejos. Allí la compra se vuelve un juego, y la posibilidad de acercarse a la lectura queda a la mano de todos.
La realidad indica que la gente no visita la feria solamente para comprar libros. Éstos se vuelven una excusa para participar de una gran cantidad de actividades culturales por el mismo precio y en un solo lugar. Charlas con autores nacionales y extranjeros, debates, espectáculos teatrales, títeres y proyecciones cinematográficas son algunos de los eventos que ofrece la feria, que se desarrolla desde el 22 de abril hasta el 10 de mayo inclusive en el predio de La Rural.
Este año, los organizadores buscaron fortalecer la relación de los jóvenes con los libros, a través de un espacio dedicado exclusivamente a los cómics, que representan una de las expresiones literarias con mayor repercusión entre los adolescentes. “La historieta une a la familia bajo un mismo tipo de literatura. Los grandes se acercan buscando las clásicas nacionales como Fierro o El Eternauta, y vienen con los hijos que piden Dragon Ball”, explica Pablo Sánchez, de Historietas Argentinas.com.
En el marco del Espacio Cómic, el sábado 8 se llevó a cabo la primera edición del Cosplay, un concurso de disfraces en el que estuvieron presentes cientos de fanáticos de los personajes del cómic, manga, televisión, cine y videojuegos. La consigna era presentarse con disfraces hechos artesanalmente. En la sala Julio Cortázar, cada uno de los 50 participantes debía pasar por una pasarela y realizar alguna pose característica. En la categoría Animé-Manga ganó María Sol Freijo representando a Bayonetta; Gerardo Bottinelli se destacó en Cómic Occidental por su interpretación de Rorschach (de la serie Watchmen), y Aida de Dios fue premiada en la categoría Cine-TV-Videojuego por su personaje Lidia Deetz, de la película Beetlejuice. El premio del público se lo llevó Piccolo, uno de los personajes de la popular Dragon Ball, quien debió salir al escenario ante la ovación de la gente.
Sin lugar a dudas, el personaje más destacado a nivel nacional fue el que interpretó Lucas Córdoba, con traje de neoprene, escafandra y rifle, a quien todos pudieron reconocer como El Eternauta. Justamente en honor al co-creador de tan famosa historieta, el domingo 9 se entregó el premio Solano López a la mejor producción de cómics del año. Se elegió como mejor historieta nacional y mejor dibujo a La burbuja de Bertold, de Diego Agrimbau y Gabriel Ippóliti. El premio al mejor guión lo recibió Rodolfo Santullo, por Cena con amigos. En la categoría extranjera, la mejor historieta manga fue Zetman #1, de Masakazu Katsura; mientras que Hellboy: caja repleta de maldad, de Mike Mignola fue elegida entre las occidentales. Por último, obtuvieron menciones en la categoría dibujo Ignacio Minaverry, por Dora vol. 1; y Salvador Sanz, por Nocturno. La entrega de premios se cerró con la emotiva presentación del libro Homenaje a Solano López, producido por Claudio Bernárdez.
A lo largo de sus 36 ediciones, la Feria ha tenido diferentes lemas que funcionaron como guía para el desarrollo de sus actividades editoriales y actos culturales. Este año, han demostrado una vez más que el tema generó lo que se proponía: festejar. Con libros… y algo más.

Destacado:
“La historieta une a la familia bajo un mismo tipo de literatura. Los grandes se acercan buscando las clásicas nacionales como Fierro o El Eternauta, y vienen con los hijos que piden Dragon Ball.”

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