viernes, 30 de mayo de 2008

Ni esclavos ni excluidos en el Día del Trabajador

Por María Paz Borrescio (Comisión 10)
Cartoneros y empleados de talleres textiles, como muchos otros grupos de trabajadores, se dieron cita el pasado 1º de mayo. El lugar elegido fue el teatro Verdi en el barrio de La Boca. No sólo se realizó un acto para conmemorar el Día Internacional del Trabajador, sino que los trabajadores tomaron el micrófono y reclamaron por sus incumplidos derechos laborales. También estuvieron presentes dirigentes sindicales y algunos políticos.
Alrededor de las 15:30 se dio comienzo al acto organizado por agrupaciones de cartoneros, de las cooperativas El Álamo y El Amanecer, y costureros nucleados en la cooperativa La Alameda. Esta curiosa unión entre dos grupos diferenciados de trabajadores se dio bajo el lema “Un país, dos sistemas. Ni esclavos ni escluidos”, tal como rezaba la bandera que colgaba sobre el escenario. Más de 250 personas, entre trabajadores, periodistas, integrantes de movimientos políticos y organizaciones populares, llenaron el histórico teatro Verdi.
Los primeros testimonios estuvieron en manos de la fundadora de la Unión de Trabajadores Costureros (UTC), Olga, y de una ex costurera de los talleres clandestinos de una reconocida marca de ropa femenina. Ambas denunciaron haber sido víctimas de la trata de personas y luego haber trabajado bajo condiciones de explotación en los talleres textiles. José Luis, un inmigrante boliviano que trabaja en un taller clandestino también se proclamó contra el trabajo repetitivo y cansador durante jornadas de más de 12 horas. Los tres trabajadores coincidieron en que su situación personal mejoró notablemente al acercarse a la cooperativa de trabajo La Alameda. Esta organización, ubicada frente al Parque Avellaneda, viene denunciando hace años la existencia de talleres clandestinos y la explotación.
Gustavo Vera, presidente de la cooperativa, expresó que “tanto cartoneros y costureros son hermanos de clase en el infierno de la esclavitud y la exclusión, dos condiciones necesarias para la existencia de este sistema perverso”
Luego de los discursos de los trabajadores textiles, hubo un intervalo donde tocó la orquesta criolla Pura Munia, un proyecto artístico independiente y colectivo. Los acompañaron tambores, redoblantes y los entusiastas aplausos del auditorio.
Al terminar la presentación musical, llegó el turno de que los cartoneros tomaran la palabra. Muchos de ellos llegaron de la zona sur del conurbano, bajo la organización del Movimiento de Trabajadores Excluidos. El primero en hablar fue un integrante de la cooperativa El Álamo, quien pidió al Gobierno el cumplimiento de las leyes y que funcionen los centros verdes en la ciudad. Actualmente sólo cuentan con dos centros destinados a la separación de plásticos, papeles y cartones. Ambos están ubicados en la zona sur de Buenos Aires, en Villa Soldati y el Bajo Flores. Otro cartonero se dirigió al público acompañado por su pequeño hijo: “no quiero tener más la necesidad de que salga conmigo, el gobierno tiene que hacer algo”.
Hacia el final del acto habló Lynda Yanz, una periodista canadiense involucrada en la lucha por los derechos de los trabajadores textiles. La integrante de la Red de Solidaridad de la Maquila, comentó su investigación de la sobreexplotación en los talleres mexicanos.
Algunos políticos se hicieron presentes en el acto, entre ellos el diputado Roy Cortina y dos legisladores por el Partido Socialista. También hubo representantes de la Coalición Cívica, el juez porteño Andrés Gallardo y Mario Ganora por la Defensoría del Pueblo de la Ciudad. Asambleas y movimientos de distintos barrios porteños y del Gran Buenos Aires se acercaron al acto, solidarizándose con el reclamo de los cartoneros y costureros, sectores no muy tenidos en cuenta por los gremios obreros.

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