sábado, 12 de diciembre de 2009

La importancia de la participación política de los uruguayos en la Argentina: El sueño de los desterrados

Al igual que en el 2004 el voto del exterior fue definitorio para las elecciones que se están llevando a cabo en Uruguay. ¿Cómo es la relación entre los militantes políticos Uruguay que habitan el suelo argentino con su país de origen?
Por Leonardo Pafundi
Al igual que la mayoría de los países de América Latina, La República Oriental del Uruguay ha sufrido a lo largo de su historia permanentes vaivenes económicos, con crisis y momentos de bienestar económico. Además Uruguay ha padecído una dictadura militar que, con su correlato en el resto del continente, hizo desaparecer a un centenar de personas y contó con un sin fin de perseguidos políticos. Estas características llevaron a que mucha gente decidiera partir de su lugar de origen hacia otras tierras buscando un porvenir distinto. Sólo en 1974, segundo año de la presidencia de facto de Juan María Bordaberry, se exiliaron del país 65.000 personas. “Lo que fue un éxodo permanente en el Uruguay, comenzó a tener carácter de tragedia con la llegada de la dictadura”, dice Ariel Crosa, exiliado político y referente del Frente Amplio en la Argentina.
Uruguay cuenta con una población de 3.500.000 personas aproximadamente. En la Argentina viven 300.000 uruguayos y el 80% de ellos viven en capital y Gran Buenos Aires. El 1% del padrón electoral que está habilitado para participar de los comicios, en la República Oriental, vive en la Argentina. Fue ese porcentaje el que le sirvió al candidato del Partido Frente Amplio Tabaré Vázquez para alcanzar la presidencia en el año 2004 en primera vuelta, sin pasar a balotaje. Esta es una muestra de la importancia del voto extranjero en el Uruguay. En las elecciones donde resultó presidente Vázquez, 27 mil votantes cruzaron el Río de la Plata para participar del sufragio, mientras que 22 mil votaron a la fórmula del Frente Amplio. Es decir: mientras que en el Uruguay alcanzó el 50% de los votos, el 80% del padrón uruguayo-argentino votó a la propuesta de izquierda. Varios factores explican este fenómeno. La organización política de muchos uruguayos en la Argentina es uno de ellos.
El Frente Amplio en la Argentina
“Solo en el Gran Buenos Aires y Capital existen 24 comités de base donde participan activamente cerca de 50 militantes uruguayos en cada uno”, dice Ariel Crosa. No es casual que ninguno de los tradicionales partidos del Uruguay, ni el Nacional, ni el Partido Colorado, tengan el despliegue militante del Frente Amplio en nuestro país. El desarrollo de la participación política no ha sido un camino fácil para los frenteamplistas: “la organización en la Argentina ha sido un espejo de la conformación del frente amplio en Uruguay: se establece una mesa política en donde confluyen todos los comités de base”, cuenta Andrés Correa, oriundo de Argentina pero con padres Uruguayos y militante del Movimiento de Participación Popular (MPP), que integra el Frente Amplio.
La historia de la participación de los uruguayos en la Argentina comienza, en los años de la dictadura militar, con la formación de Asociaciones Uruguayas como la desaparecida Asociación de Residentes Orientales en el Uruguay que cumplían una función social, ya que la participación política estaba casi prohibida o se daba en la clandestinidad. Con la vuelta a la democracia se comienzan a conformar los comités de base y las mesas políticas con el Frente Amplio. Desarrollo que no tiene un correlato con los partidos tradicionales. Esto sucedió porque estos “nunca estuvieron interesados en los uruguayos que partían, es más: siempre los consideraron como una boca menos que alimentar y una cabeza menos que educar”, remata Crosa.
Dice Andrés Correa: “la militancia siempre ha tenido sus alzas y sus bajas. Generalmente, y como es lógico, la participación aumenta cuando se acercan tiempos de elección de las autoridades o la consulta por plebiscitos”. Y es que en el Uruguay, según dice la constitución, los plesbicitos son vinculantes. La metodología es conformar una comisión sobre el tema a tratar y luego realizar una colecta de firmas que llegue al 10% del padrón electoral. Fue así como se presentaron, en las últimas elecciones, un plebiscito sobre la derogación de la Ley de Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado, símil a las leyes de Obediencia Debida y Punto Final en la Argentina, y otro sobre la posibilidad del Sufragio Epistolar. “Con pesar, el pueblo uruguayo no se mostró conforme con ninguno de los dos plesbicitos en las últimas elecciones, así que seguiremos viajando para poder seguir participando de las elecciones”, se lamenta el militante del MPP. Y es que ninguno de los dos plesbicitos alcanzó el 51% necesario para ser aprobado. Sin embargo esta traba a la hora de elegir nunca fue definitiva. Antes que se desarrollaran e instalaran las empresas de trasporte fluvial, el Frente Amplio organizaba centenares de micros para que los uruguayos pudiesen viajar y votar. Hoy se firman convenios comerciales con estas empresas de transporte fluvial para abaratar los costos del pasajes (para las próximas elecciones costará 40 pesos argentinos ir y volver para uruguayos con capacidad de votar, a diferencia de los 300 pesos de base para cualquier otro viajante), y acuerdos con cooperativas de vivienda para hospedar a quienes no tengan los recursos o dónde hacerlo.
Pero realizar el sufragio no es la única forma de participar políticamente con el Uruguay. Dice Ariel Crosa: “con el gobierno del FA se comenzó a instalar la nueva política de vinculación: el Departamento 20”. Este nombre ficticio lo que hace es resaltar la importancia que cobran los uruguayos para este gobierno, a diferencia de los anteriores. El Uruguay está dividido en 19 Departamentos. “El departamento 20 es una forma simbólica de hacer que los uruguayos en el exterior se sigan sintiendo parte de nuestro país”, dice Juan Carlos Domínguez, funcionario de la Dirección para Asuntos Consulares y Vinculación. “Una de las políticas más importantes que se llevaron a cabo fue la creación de los Consejos Consultivos”. Estos son los interlocutores entre los uruguayos residiendo en el exterior y el Estado del Uruguay. “Con la conformación de estos Consejos se pudo concretar, por primera vez, la posibilidad de que los uruguayos puedan sacar o renovar sus credenciales de identidad.” comenta el funcionario. “Estas también son las cosas por las cuál participamos activamente en los comités” agrega Crosa.
Ante la pregunta de porqué seguir participando políticamente para un lugar que, hoy, no es el propio, Crosa da su visión: “el seguir participando se incentiva por una idea, por más dificultosa que esta fuese, que siempre permanece en la cabeza: la idea del retorno”.
RECUADRO
Opinión del diputado del Frente Amplio Pablo Álvarez
“Hay que ampliar el debate con quienes siguen teniendo un interés por el Uruguay y su futuro”

El Frente Amplio ha tenido un extraordinario éxito en forjar una organización política que pudo superar el exterminio de la dictadura con sus consecuencias sociales, económicas y políticas. Esta reconstrucción del Frente se dio tanto en el Uruguay como en el exterior: generando comités de base en una gran cantidad de países. Pero, como no podía ser de otra forma, mientras más uruguayos había, más uruguayos se organizaban. Este es el caso de la Argentina. Esta actividad militante ha estado siempre vinculada a las actividades que el Frente Amplio realizaba desde aquí, el Uruguay. Por ejemplo en la campaña de defensa de las empresas públicas o la denuncia de ciertos hechos de los gobiernos de los partidos tradicionales. Y a partir de lo que fue la elección del 2004 el trabajo que se estaba realizando en la Argentina cobró una mayor relevancia respecto a los uruguayos que se trasladaban a votar viajando desde ese país. Para nuestro partido se volvió de una importancia fundamental ya que la mayoría de los votantes eran afines al Frente Amplio. A partir del resultado de las elecciones del 2004, se tornó visible para nosotros la importancia de que estos votantes pudiesen cruzar el charco para votar aquí. En estas elecciones del 2009, el debate acerca de los votantes del exterior se reprodujo pero, como no se pudo ganar en primera vuelta y aparentemente los que vinieron a votar eran menos, el tema no tuvo tanta prensa como la había tenido en las anteriores elecciones. Lo que sí es obvio, es que se confirma que el Frente Amplio tiene como principal objetivo seguir transformando al Uruguay y que se pueda establecer y ampliar un debate más seguido con todos los militantes frenteamplistas y los uruguayos en general que están, por diversos motivos, establecidos alrededor del mundo pero siguen teniendo un interés en el Uruguay y su futuro.

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