miércoles, 6 de agosto de 2008

"La Facultad me dio capacidad teórica para analizar la realidad"

Por Daniel Bestty Gil (Comisión 10)

“La teoría de la UBA no se encuentra en ningún lado, hay que defender la Universidad pública. Es más difícil trabajar en el medio viniendo de la UBA, ocupas un lugar más marginal”, aclara Pablo Reyero como para entrar en confianza, ante la mirada atenta de más de 30 alumnos que anotan todo lo que el cineasta va contando con esa voz áspera. Parece claro para Reyero, que se graduó en la UBA de Licenciado en Comunicación Social en 1995, que la facultad le brindó un bagaje teórico diverso para la profesión y para la vida.

La Facultad me dio capacidad teórica para analizar la realidad; y con la práctica profesional, hecha por fuera de la Facultad, cubrí la otra parte necesaria para hacer cine.

Reyero nació en Villa Gesell, proviene de una familia humilde y se crió en un ambiente tranquilo, será por eso que su forma de hacer cine es poco industrial y sus películas parecen estar siempre a contramano de las producciones más taquilleras.

¿Por qué lo marginal en sus films?
Tiene que ver con el lugar de donde vengo, tiene que ver con lo que uno es y porque me parece más real. Igual, en el fondo los temas no son marginales sino “marginalizados”.

¿Cree que el cine ayuda a mostrar la verdad?
Hay que ser sincero, ninguna película va hacer una revolución. Sí creo en los cambios culturales, en un quiebre en los esquemas de pensamiento. Creo que hoy en día la batalla es cultural. Hay que intentar hacer de este mundo algo mejor. Cada vez cuesta más hacer cine independiente, pero independiente de la cabeza, entonces lo que uno debe hacer es seguir una línea con pasión.

Durante la entrevista en el salón de televisión de la Facultad de Sociales de la UBA, con sus manos sobre el escritorio, Reyero tose un poco y hace referencia al cine industrial.

Tuve propuestas del cine industrial pero hacer una película mala me da miedo, no acepto hacer propuestas de las que no esté convencido interiormente. Las tres o cuatro oportunidades de hacer películas por encargo las deseché.

NUEVOS PROYECTOS
Pablo Reyero, después de haber colaborado en Las Tumbas y a fines de 2007 estrenar Ángeles Caídos, se encuentra trabajando en un nuevo documental, aunque aclara que siempre “conviene tener 2 o 3 proyectos a la vez porque es muy difícil saber cuando van a tomarte alguna idea”.

¿Qué es lo básico para realizar un proyecto?
Para ello hay que estar atento a encontrar una historia que se pueda hacer bajando de un colectivo, siempre lo más importante es hacer. El bagaje teórico nos permite contar las historias desde otro lado y existe financiamiento público para proyectos marginales.

¿Y de qué se trata su nuevo trabajo?
Tiene que ver con una familia de campesinos del Chaco impnetrable, escapándose de la dictadura, que están en el monte, con dos hijos. Este matrimonio sigue viviendo allá con otras 10 familias que trabajan no más de 2 o 3 hectáreas cada una y se autoabastecen.

En el nuevo documental, Reyero cuenta que estará acompañado por el cineasta Alejandro Fernández Moujan con el que trabajará la idea “de lo que fue el escape y la huida, los cuatro años en el monte de esa familia y lo que fue la represión en el interior del país. Pensemos que la represión en el interior profundo fue tremenda, no había ningún tipo de control y esta historia nos permite contar eso”.

¿Usted tiene algún tipo de militancia política? Pensando en las temáticas de tus películas no...
Mi militancia está en hacer las películas que hago, en comprometerme totalmente en ellas, esta es la única militancia que me reconozco. No soy un cuadro político ni me interesa serlo.

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